Evalúa sus niveles de miedo y estrés periódicamente. Cualquier cambio en sus rutinas, dolor físico o cambios en su equilibrio mental pueden afectar gravemente a su bienestar.
Las conductas de miedo y estrés pueden aparecer por muchos motivos, y a veces no son nada aparentes.
Si detectas alguna conducta extraña debes ayudar a tu peludo. Recuerda que siempre tienes la posibilidad de contactar con un profesional.
Muchos de los comportamientos agresivos que muestran tienen que ver con altos niveles de estés o miedo.
Aquí tienes las conductas más habituales de estrés y miedo que tendrás que controlar y si es el caso ayudar a tu peludo:
Una situación frustrante o de conflicto puede provocar estrés, casi todos los problemas de conducta están relacionados con altos niveles de estrés.
Una de las maneras en las que se manifiesta el estrés en los perros es a través de las estereotipias, que son comportamientos compulsivos que muestran sin motivo aparente:
Perseguirse la cola
Perseguir luces y sombras
Quedarse inmóvil
Lamido compulsivo de patas, trufa, objetos…
Ladrido compulsivo
Jadeo excesivo
Salivación excesiva
Si tu perro muestra alguno de estos comportamientos regularmente acude a un profesional, su bienestar no está bien cubierto.
El estrés puede causar enfermedades y también puede ser un síntoma. Es muy importante que verifiques periódicamente los niveles de estrés de tu peludo.
Tipos de estrés en perros
Eustrés
Conocido como estrés posiitvo, permite adaptarse a cambios y reaccionar rápidamente ante problemas o peligros. Está muy ligado con el instinto de supervivencia.
Distrés
Estrés negativo, provocado ante una amenaza que implica un esfuerzo excesivo y que se mantiene en el tiempo. Puede provocar conductas no deseadas y afectar a la salud del perro.
Cómo ayudar a tu perro si muestra alguna conducta de estés
Detecta el inicio del conflicto que le provoca estrés, no siempre es tan aparente como nos gustaría.
Evita que tenga acceso a ese estímulo o darle alternativas.
Proporciónale enriquecimiento ambiental, favorece a disminuir los niveles de estrés, debes asegúrate de que su bienestar general es correcto.
Ofrécele niveles de ejercicio suficiente. Demasiado ejercicio o la falta de éste atentan directamente contra el bienestar de nuestros peludos.
Evita sobresaltos, potencia un ambiente predecible.
Descartar causas orgánicas acudiendo a tu veterinario de confianza.
Dependiendo de la causa deberemos acudir a un educador canino o etólogo que os ayudará a tratar la conducta.
Miedo
El miedo es una respuesta adaptativa, así que tener miedo no es malo.
El problema viene cuando este miedo va más allá y nos sobrepasa impidiéndonos relacionarnos con el entorno de una manera equilibrada.
El miedo es una situación de angustia ante un peligro real o imaginario, debemos asegurarnos que nuestros perros saben y pueden controlar estas situaciones.
Los miedos más habituales en perros son:
A ruidos: petardos, tormentas o ruidos inesperados
Personas: hombres, mujeres, niños, abuelos, hombres con barba, personas con gorros o sombreros…
Perros: más grandes, más pequeños, de un color determinado …
Miedo a objetos: como escobas, bicis, coches….
Recuerda que jamás debes exponer a tu perro al estímulo u objeto que le provoca miedo de una manera descontrolada. Es muy importante que le ayudes a afrontar sus miedos, contacta con un profesional.
Diferencia entre miedo, ansiedad y fobia
Como hemos visto el miedo es una situación de angustia ante un peligro real o imaginario.
La ansiedad es un estado mental de anticipación a un estímuloconsiderado aversivo y que se caracteriza por una gran inquietud e inseguridad.
El anticipar una situación que nos da miedo nos provoca ansiedad, aunque no lleguemos a exponernos al estímulo aversivo.
La fobia es un temor intenso e irracional desproporcionado y sin valor adaptativo.
La fobia respecto al miedo no tiene una vivencia anterior, es decir, no tiene por qué estar vinculada a una situación aversiva del pasado. No tiene por qué tener explicación y es totalmente irracional.
En el caso de que tu perro muestre miedo debes ser extremadamente comprensivo, ya que es algo que no decide tener, es una situación que le supera y debes ayudarle a controlarla.
Detecta el inicio del conflicto que le provoca estrés, no siempre es tan aparente como nos gustaría.
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